martes, 26 de mayo de 2009

Ganó la 35 en Quevedo.


El Lcdo. John Salcedo Cantos, un joven empresario y a la vez político que durante su gestión como concejal por el PRIAN demostró capacidad y visión, ha sido elegido por el soberano como su próximo Alcalde. Si bien su participación en las primarias “como la de casi todos los candidatos de la 35” no fue como él se lo esperaba, al cabo de pocos meses supo revertir y superar ese mal momento y hoy por hoy una vez publicados los resultados por el CNE, este alcanza el 33.60% del total de votos.

Cabe recalcar que la diferencia con su inmediato seguidor es considerable, Jhon Salcedo gano 2 a 1 al segundo e incluso al tercero, a pesar de aquello no creo que actualmente esté considerando este triunfo como avasallador o contundente, ya que si se suman los blancos, los nulos y la votación del resto de participantes se alcanza un preocupante 66% aproximadamente, por lo que deberá entender que no podrá gobernar ignorando a más de la mitad de los quevedeños. Tendrá que crear consensos entre los diversos actores del acontecer político del cantón.

Sin embargo hubieron diversos puntos en esta campaña un tanto extraños, difíciles de entender, peor explicar, ya que los mismos podrían echar al traste las aspiraciones de cualquier otro candidato si es que fueran considerados por el grueso de la ciudadanía, es por esto que considero que de alguna u otra forma el 33.60% de la población que erige como triunfador a John Salcedo ignoró varios puntos:

1.) La procedencia partidista del candidato.
Cabe recordar que John Salcedo Cantos fue concejal por el PRIAN en el periodo 2004-2009, partido que presenta una clara oposición al régimen de tipo político, económico e ideológico. El PRIAN ha venido siendo objeto de críticas por parte del mandamás en sus ya cansinas cadenas sabatinas, llamando al primer personaje de ese partido como empresario mediocre, estafador e inmoral y al partido como unos de los principales cómplices de la larga y triste noche neoliberal. Con el triunfo de Correa toda esta institucionalidad partidista anteriormente llamada partidocracia fue defenestrada, vilipendiada y utilizada como puntal de campaña por alianza país. Esta es la procedencia de nuestro actual alcalde, así como la de muchos asambleístas, prefectos, concejales, etc. En otras palabras fue miembro activo de la tan criticada partidocracia.

2.) Las fuertes críticas que otrora le hiciere al mismísimo presidente de la república.
Si tapujos criticaba el resentimiento del mismo hacia el sector empresarial, ya que este manifiesta una pronunciada aversión a la generación de riquezas, fruto de aquello ni siquiera una despensa se le puede atribuir. Acertadamente manifestaba que este es el tipo de gente que el Ecuador no necesita, que aparece con sonrisas mentirosas con discursos bonitos y engañan. Obviamente nada de esto está alejado de la verdad, pero para aquellos defensores a ultranza de la fastuosidad del presidente esto sería una estocada a su orgullo, una actitud que por más inoportuna que sea no deja de ser fatal, desleal, oportunista y por ningún motivo aceptada, teniendo en cuenta que dicha personalidad ocuparía un puesto para llegar al cargo de primer personero municipal, cargo donde tranquilamente podría estar aquel individuo que vivió leyendo el manifiesto comunista, liderando revueltas políticas entre barbudos y acólitos izquierdosos en su época universitaria “si la tuvo” soñando con que algún día el socialismo y sus formas se instituyan en nuestra ciudad.

3.) La muy rumorada no aceptación del presidente hacia la candidatura de Jhon Salcedo.
Como manifestaba, las primarias en el país y preferentemente en el cantón no fueron del agrado de John Salcedo, menos aun del presidente. Se esperaba no solo mayor número de votantes, sino también mayor número de votos, con el fin de sentar bases a favor de la aceptación del candidato. Esto provocó que se rumorara en contra del mismo y ocasionó que otros movimientos tomen fuerzas, en Quevedo el MMIN-24, el PSFA-17 y el PRE-10. Rumor que ganaría fuerza una vez que el presidente durante la campaña no hizo constar en su agenda la visita al cantón, y más bien visitó El Empalme a 23 km “15 min” de Quevedo. Cabe recalcar que Quevedo es 2.4 veces más grande en lo referente a votantes.

4.) La condición empresarial de Jhon Salcedo que lo empujaba hacia los preceptos políticos e ideológicos de la derecha.
Cualquiera que pueda conversar con el ya alcalde podrá apreciar su inclinación ideológica hacia el respeto del valor supremo del individuo y en su derecho a la vida, la propiedad y la busqueda de la felicidad con lo que seguramente cualquier conocedor de la filosofía liberal quedaría más que conforme. El asunto es que llega con aquel movimiento que pretende fortalecer aun más el socialismo del siglo XXI en el Ecuador, socialismo que no solo ya fracasó en los países que se aventuraron sino que dejo una secuela de empobrecimiento, restricciones a las libertades, estados enormes e ineficientes, asistencialismo, conformismo, inflación, escases y corrupción por citar unas pocas.

5.) La no muy buena lista de concejales “defecto de casi todos” que ostentaba.
Un gran porcentaje de personas de las zonas periféricas de Quevedo manifestaban nunca haberlos visto, peor conocerlos. Y los que decían conocer a unos cuantos generalmente no daban buenas referencias. Para hacerse conocido en nuestro cantón se requiere un mínimo de labor social, de actividades empresariales de relativo éxito, algo de presencia política y pare de contar. Comprenderán entonces el porqué de las no muy buenas referencias. Ahora, si existía algún interés en conocerlos “a ellos y sus propuestas” tocaba ver la promoción de los mismos en los medios de comunicación a través de los espacios controlados por el CNE.

El problema es que los medios de comunicación televisivos, radiales y escritos de la localidad no se caracterizan por la entrega de calidad y veracidad en la información, escases de recursos tecnológicos y falta de capacidad en el personal periodístico no son novedad. Entonces, sin ánimos de generalizar, si mezclamos mala percepción de la gente hacia los candidatos concejales y una prensa mediocre vamos a obtener como resultado final la falta de interés por las personas y propuestas que nos gobernarán en los próximos cuatro años.

6.) La no aprobación de la constitución.
¿Quién en su sano juicio, a excepción de los trasnochados socialistas del siglo XXI iban a aprobar ese mamotreto constitucional?, ridícula leguleyada de 444 artículos. Si bien John Salcedo no hizo comentarios a favor o en contra, los conocedores de su trayectoria fácilmente lo identificaba con aquel grupo que trató inútilmente de hacer abrir los ojos a aquellos ciudadanos que fueron presa fácil de las promesas demagógicas que sobre esta se vertían.

En su momento manifestó aprobar el capitalismo, por lo que se tornaba poco creíble que de la noche a la mañana respaldase el improvisado modelo de socialismo del siglo XXI consagrado en esta constitución estatista y centralista, nos recordó un poco la historia al manifestar que dicho modelo plasmado en la constitución responde a la visión de un pasado que ya fracasó en el mundo y que ha sido sepultado por ineficaz.

7.) Entre otros.
John Salcedo fue miembro de la tan reprochada partidocracia, fue también profundo crítico de las dadivas y demagogias del presidente, fue crítico con el rol de forajido que en su momento adoptó, fue crítico con el carácter confrontador y la personalidad resentida del mismo, entre otros. En su momento se mostró a favor de las tercerizadoras e intermediadoras laborales como medios de flexibilización laboral y desaprobó la política internacional de Correa, ahora, ya como alcalde le tocará comulgar con una ideología que no profesa a riesgo de ser tildado como infiltrado.



Puedo concluir simplemente que los ciudadanos votaron por el movimiento o el número más conocido, en este caso el 35. Sin duda lo rescatable de aquello es que se escogió a uno de los mejores, por no decir el mejor de los candidatos. Solo quizá un agravante, ese afán de llegar a servir le hizo doblegar sus más profundos cánones ideológicos y le permitió acoger aquella corriente que hoy lo erige como triunfador, sin duda esto es o sería un atenuante para generar desconfianza en alguien que ve la situación desde otro punto de vista, sin embargo lo redactado a lo largo de este post supera en algo mis profundas desconfianzas.