viernes, 29 de enero de 2010

Las preguntas de la Senplades II


Bueno, una vez que me he dado tiempo quería empezar el post de este año confesándoles que aun mantengo el fiel compromiso de no desmayar con la critica a todo aquello que no me parece bien en el proceso de revolución ciudadana que el Ecuador brazos abiertos (ingenuamente) ha escogido, además pretendo contestar la tercera de cuatro preguntas que la Secretaria Nacional de Planificación (Senplades) formuló a ciudadanos escogidos de Guayaquil, Quito y Cuenca. La cuarta se merece un post aparte.

Hasta la actualidad los resultados de dicha encuesta no se encuentran detallados en ningún portal del gobierno, ni siquiera en el portal de la Senplades. Hubiese sido interesante conocer los resultados de lo que pensaba la ciudadanía acerca de la revolución ciudadana y del buen vivir o sumak kawsay. En fin, en cualquier momento se sabrá:

¿Qué cree usted que es lo más importante que el gobierno debe hacer durante estos próximos cuatro años?

Pues nada, debe renunciar, no sin antes pedir profundas disculpas, fundamentalmente por el terrible destrozo institucional que en muy poco tiempo ha generado. También debe disculparse por dejarnos como legado esa pesada e inservible Constitución Política que por simple instinto de conservación deberá ser ignorada o reformada una vez más, tarea harto difícil. Cabe mencionar que la misma funciona como cerco que mantiene alejado a los demás (cualquiera que no sea socialista) pero a la vez nos deja encercados a nosotros.


Procedo a recomendarle desde un punto de vista liberal ciertos tips que debería acoger para rescatar al país de las garras del subdesarrollo. Eso sí, reconociendo que su majestad jamás acogería propuestas de este tipo para su plan de gobierno, sin embargo como para que no digan que los contreras no presentan propuestas y más bien se dedican a hacerle la vida imposible, me tomo parte de mi tiempo para decirle:

Los países que han alcanzado el éxito económico y consecuente disminución de los índices de pobreza son aquellos en donde se prepondera al individuo por sobre la sociedad, desarrollan todo un campo de defensa de sus libertades. Son aquellos en los que existe un profundo respeto de la propiedad privada y una marcada conducta desreguladora del ámbito de acción económica, de tal forma que no obstaculizan el surgimiento desde su población de individuos ingeniosos capaces de identificar alertas y utilizar recursos en forma más remunerativa de lo que están siendo utilizados ahora. Es decir, individuos que trabajan y crean trabajo.

Dichos países desarrollan mecanismos para entablar ciertos límites a la autoridad y desde sus centros políticos profesan la separación y equilibrio de poderes, la descentralización del estado es común en los mismos, gracias a ello se presentan significativos avances como los estados federados o autonómicos, o más bien regiones empoderadas capaces de solucionar los problemas de fondo debido a que disponen con la información de mano. Esto ha permitido que en los mismos se desarrollen cada vez más leyes de exigencia de transparencia y rendición de cuentas en los actos de gobierno. En ellos sería complicado declarar estados de emergencia a mansalva con el fin o excusa de “rescatar” un sector.

El hecho de que se les pida un mayor control del gasto público, y mantengan un razonado equilibrio fiscal, no es repetir recetas impuestas por órganos internacionales pertenecientes a la larga noche neoliberal, sino mas bien consejos prácticos tomados de países que si han asumido el compromiso de aplicarlos, obteniendo como resultado el destronamiento de la burocracia dorada, bajos niveles de corrupción, y disminución de ineficiencias per se atribuidas al sector público.

Por tanto señores, que les vaya bonito.